Ayer fue un día especial para la comunidad de las relaciones internacionales en Cuba. Se cumplió el 39 aniversario del fallecimiento de Raúl Roa García. Hoy, inauguramos la Cátedra Honorífica que lleva su nombre, un sueño acariciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales.
Al dar la bienvenida, me llena de satisfacción contar con la asistencia de altas autoridades del país, jefes de organismos y entidades vinculadas a su ejecutoría, intelectuales y estudiosos de su obra y pensamiento y, sobre todo, con aquellos que fueron sus amigos y compañeros de batalla.
Quiero agradecer a los que desde el MINREX y el ISRI han contribuido a la creación de esta Cátedra y a cultivar, entre nuestros estudiantes, el pensamiento de Roa. Especialmente me refiero a mis antecesores, los Rectores Hermes Herrera, Isabel Allende y Rogelio Polanco.
Inauguramos esta Cátedra en una coyuntura importante para la formación de la nueva diplomacia revolucionaria cubana. Me refiero a la conmemoración del 60 aniversario de la primera Escuela del Servicio Exterior “Manuel Bisbé” en 1961, el 50 aniversario de la fundación del Instituto de Servicio Exterior y el 40 aniversario del ISRI, tal y como se le conoce hoy.
El conocimiento de la vida y obra del Canciller de la Dignidad ha sido una preocupación permanente del Claustro de profesores del Instituto en la preparación de los futuros funcionarios del MINREX. Pero el pensamiento político de Roa, por su valor y vigencia, merece elevarse a un peldaño superior. No solo entre aquellos que se forman hoy en el ISRI, sino también entre nuestros actuales funcionarios y jóvenes en general. Como el propio Roa dijo: “A los conductores de pueblos se les rinde homenaje en pie y completando su obra”.
Su estirpe mambisa, su integridad revolucionaria, su sagacidad para lidiar con las dinámicas propias de las relaciones internacionales, sus habilidades para polemizar con los adversarios, su rica obra literaria y periodística. Su amplia cultura, oratoria épica, su verbo electrizante que tanto atemorizaba a los enemigos de la naciente Revolución Cubana. Su visión antimperialista, su aporte historiográfico a las doctrinas sociales y su visión política temprana desde donde avizora las consecuencias de la República neocolonial para nuestro pueblo, lo convirtieron en uno de los pensadores políticos más importantes de la Revolución, y referente indispensable para todo aquel que se acerque al estudio de las relaciones internacionales.
Tan solo algunos de estos atributos justificarían que inauguremos esta Cátedra, que significa un hito para el Instituto Superior de Relaciones Internacionales y un enorme reto para aquellos que conforman su Junta Directiva y el prestigioso grupo de colaboradores seleccionados, quienes deben garantizar su desempeño y a quienes desde ahora aseguro el apoyo institucional que merecen.
Para el logro de estos objetivos, la labor de la Cátedra debe tener un carácter abierto e interactivo con otros centros de estudios e instituciones afines; y centrar sus esfuerzos en la investigación, estudio y difusión de la vida y obra de Raúl Roa García.
Nos honra, contar con la disposición del Co. Raúl Roa Kourí para ser presidente de esta Cátedra. Roa Kourí, resulta la persona más idónea para dirigir este proyecto, no solo por ser quien mejor conoce la vida y obra de su padre, sino por sus propios méritos personales como destacado intelectual, por su larga y exitosa labor diplomática y su fidelidad revolucionaria.
Al felicitarle, le deseamos éxitos al frente de esta Cátedra. Le invitamos a hacer uso de la palabra a continuación.
Muchas gracias.
